Pelos irrespetuosos, expansivos, enredados, desprolijos. Todas las revueltas de cientos de generaciones rompiendo cadenas, de linajes femeninos atravesados por la violencia no son posibles de disciplinar con peines, no, no alcanza, para eso están los cuchillos, las violencias sutiles y las explícitas, los cuerpos atravesados por la muerte, los cuerpos que hablan desde la supervivencia, los puentes tácitos que se tienden desde lo afrobrasileño hacia África madre.