Ana Harff

Formular discursos y narrativas desde los cuerpos diversos, desde las feminidades, es hoy una postura ética y estética revoltosa, es una intención deliberadamente política que se respira en toda la obra de la artista, en cada poro que suda representaciones del cuerpo femenino en la historia del arte, en sus luces y sus sombras, en la pose y el conjunto que se traduce en la textura de esa piel que nos cubre y protege que es lo colectivo.

© Ana Harff

Adentrarse en la cosmogonía de Harff es un salto ornamental al epicentro mismo de la naturaleza salvaje y del pensamiento crítico al que nos llaman estos tiempos urgentes que nos corren por las venas, por el cuerpo, por el real y el simbólico, y por el que siente y el que sufre y el que lucha y el que goza, por los cuerpos de todas nosotras juntas.

© Ana Harff
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Ana nos presenta su obra

Primero el cuerpo. Este es mi eje principal. Segundo, ser mujer. Ambos elementos hacen que el motor de mi proceso creativo tenga un objetivo reflexivo en cuanto a lo político de las formas, en especial sobre el cuerpo femenino. 

Quiero poder explorar el poder liberador de lo visual sobre la percepción del desnudo. Por este motivo hago constante énfasis en las distintas texturas y corporalidades como protagonistas de una transformación social basada en la perspectiva de género, dando a la fotografía el papel de agente de cambio en sobre nuevos modos de entender la corporalidad moderna. 

Busco provocar desde la imposibilidad de un cuerpo normativo, de esa manera posibilitando una crítica sobre la conducta de los medios visuales sobre la manera en que se sigue retratando el cuerpo de la mujer en la actualidad. El cuerpo desnudo se opone a este cuerpo-objeto sexualizado y va en busca de una percepción más cómoda, amable y libre de la existencia.

 

© Ana Harff
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ANA HARFF (ella)
Buenos Aires, Argentina

@anaharff